28 enero 2008

Los años mosos

Cuando yo era una pequeñuela inocente (si muy inocente) mi abuela me llevaba a la iglesia a escuchar la misa que protagonizaba mi tío Alfredo, el único en la familia que se entrego al catolicismo. El chiste esto, es que ahí tienen a la niña Diana yendo a misa y durmiéndose en las bancas, despertando justo cuando sonaban la campanita para arrodillarse y que al final de la misa iba despedirse de su tío el sacerdote. Y en el transcurso de este inocente acto se encontraba moneda de toda denominación tiradas camino a la cocina de la iglesia.

Yo era muy feliz, salía como casi 20 pesos cuando mejor me iba y ya lo menos 5, algunas personas me clavaban la mirada pero pues yo seguía recogiendo monedas, total era la sobrina del padre, nadie me decía nada.

Cruel risotada me aventé cuando me di cuenta del origen humilde de aquellas monedas que tantos dulces y demás chucherías me trajeron: Eran de la limosna!!! Porque camino a la cocina de la iglesia estaba la repisa de las limosnas que se recibían durante la "Eucaristía"...

Así que, como verán, ya tengo una pata en el infierno desde chica.

1 comentarios:

.:: ::: . --<.·.°«¥æµ£§»°.·.>--. ::: ::. dijo...

YO SI LO HISE...

LUEGO ME DABAN UN BILLETE...

Y ME LO CLAVABA...

O LO CAMBIA POR DE MENOR DENOMINACION...

JAJAJAJAJAJAJAJA