Veo a mi madre a través de los ojos de una extraña mujer, una que no soy yo.
Inspecciono centímetro a centímetro las asperezas del suelo que rozan los dedos de un niño pequeño.
Huelo el aire que entra a mi habitación desde la nariz de mi querida mascota.
Colecciono el sabor de mi sudor que prueba la lengua de mi amante.
Escucho, no, más bien siento el rumor en los oídos de un pescado.
19 abril 2008
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2 comentarios:
ME FACINA COMO ESCRIBES...
GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE CONMIGO...
qué te metiste? mota?
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