Púrpura y los detalles de un dolor

Es ahora que un fuego sutil pero constante se acentúa en mi boca, mis ojos derraman fragmento de sentimientos secretos.

-No digas nada, no sientas nada porque te derrumbas.

-Si te atreves a sentir serás castigada por ello.

Tengo una opresión sobre mis pulmones, el aire no sale precisamente de la manera correcta. La piel que fue clara se torna rolliza y seca, los ojos se pierden y se vuelve borrosa la visión; visión borrosa que las manos no pueden detener.

¿Es justo el dolor que te provocan aquellos que quieres?

-No importa si es justo, es un castigo por tu soberbia fría.

Alguna vez te dije que Púrpura es mi consciencia y es una mala mujer.

Ahora ya sabes que siento.