Bien guadalupanos...

Anoche estuve hasta la madrugada editando mi documental de Surrealístico, mientras Gabo, Shaira y yo, cortabamos ajustabamos tiempo y música nos cogió el 12 de diciembre, Día de la Guadalupe.

La iglesia del Dique se encuentra a media cuadra de la casa de Shaira, guarida de la edición, así que nos fletamos el típico dénme una A, dénme una V, dénme una E y así sucesivamente hastqe se scucaba una multitud gritando Viva, Viva y rezaban o algo así -ya no sabía que ocurría- y después volvían a echar porrar. Y hasta ahí llegué yo, hasta la Porra!!

Me hartaron las peregrinaciones, los respeto pero me hartaron. Ruido excesivo y gente tirando basura, pero eso si bien fieles.

Cuando a mi me tocó salir a la calle, vi de todo, desde peregrinaciones con un contingente de 10 personas, hasta uno de 3 sujetos y un perro que corrían a media calle estandarte en mano y una coca en la otra.
(imaginen al perro... jajajaja)
Pero el 12 a las 3:50 am me sentí coibida no por la multitud, sino por la cantidad de puestos que vendían chacharas y comida, que se colgaban de los postes para robar luz y si, que a las 4 de la mañana seguían abiertos y dispuestos a vender. No muy lejos había personas que se notaban vendían más comida. Y la desesperación vino a mi ser cuando vi acercarce al taxi, en el cual viajaba yo, a un grupo de hombres amenzadores con bernudas largas que no llegaban a ser pantalones, tenis, algo pañuelos amarrados en la cabeza, playera sin mangas para marcar lo gordo el brazo; tuve miedo. De verdad.
Después solo pense:
¡Guarros, guarros pero bien guadalupanos!...

Y me tranquilicé.

Qué poca madre tengo.